Second Sunday of Advent (Cycle B)

Mattia Preti (Il Cavaliere Calabrese), Saint John the Baptist Preaching (ca. 1665), oil on canvas, Museum of Fine Arts of Boston

Comfort, comfort my people. The prophet of the first reading is told that the time of misery is coming to an end. Comfort the people. Let them know that God is going to come to free them from their sadness and their pain. Right now, we need comforting. We are living in very difficult times. Politics has polarized us. People don’t just disagree with each other; they show anger and even hatred towards those who hold a different opinion then they do. Some Republicans shout out that all Democrats are communists. Some Democrats shout out that all Republicans are fascists. Our Church is also divided between those who want a return to a traditionalist faith where Mass is celebrated in Latin and those who want the Church to continue developing with the times. Deeper than that, there are those who treat the Holy Father as a heretic, and those who treat anyone who questions Rome as being schismatic. This is very stressful for us all. Many of our families have had difficult years with tragedies. Life as they knew it will never return. They need comforting. We all need comforting. That is a great word, comfort.

The prophet of the first reading promised comfort to the people. He told them that God was aware of their pain and suffering. They had been held captive by the Babylonians for fifty years. They were totally powerless. But then, after the prophecy that God is coming to bring comfort to the people. God found a way to bring comfort to his people. People are looking for comfort. They may not realize it, but they are looking for God. It is up to us to tell them that Divine Help is near. “Prepare the way of the Lord,” John the Baptist calls out in the Gospel reading for the Second Sunday of Advent. We are called to tell people that God is in control. He is going to free us from all that is attacking us. We have got to tell people to have faith and trust in God. We are called to let others know that comfort is near. More than that, we are called to let them know that Jesus, the Divine Comforter, is here. We can do this if our faith is the very center or our lives. We can do this if our lives are motivated by the presence of the Lord within us. We can proclaim comfort by living our Christianity. The decisions that we make in life, the way that we treat other people, the very way that we approach our day, must reflect the presence of Christ within us. People need us to be men and women of faith. People need our witness to our Christianity. Others are dependent on us. We must prepare them to receive the Lord in their lives. We must bring comfort to God’s people • AE


St. Dominic Catholic Church

Weekend Schedule

Saturday, December 9, 2023

3.00 p.m. Sacrament of Reconciliation – Fr. Agustin

5.00 p.m. Holy Mass (English) – Fr. Agustin

Sunday, December 10, 2023

7.30 a.m. Holy Mass (English) – Fr. Agustin

10.00 a.m. Holy Mass (English) – Fr. Agustin

12.30 p.m. Holy Mass (English) – Fr. Jaime

3.00 p.m. Santa Misa – Fr. Jaime


Segundo Domingo de Adviento (Ciclo B)

J. de Flandes, La Crucifixión (1509), óleo sobre tabla, Museo Nacional del Prado (Madrid)

A lo largo de este nuevo año litúrgico que empezó el domingo pasado con el inicio del adviento, en la Liturgia de la Palabra iremos escuchando los domingos el evangelio de Marcos. Su pequeño escrito arranca con este título: «Comienzo de la buena noticia de Jesús, el Mesías, Hijo de Dios». Estas palabras nos permiten evocar algo de lo que encontraremos en su relato.

Con Jesús «comienza algo nuevo». Es lo primero que quiere dejar claro el evangelista. Todo lo anterior pertenece al pasado. Jesús es el comienzo de algo nuevo e inconfundible. En el relato, Jesús dirá que el tiempo se ha cumplido y que con él llega la buena noticia de Dios. Esto es lo que vivian los primeros cristianos y quien se encuentra vitalmente con Jesús y penetra un poco en su misterio sabe que con él empieza una vida nueva, algo que nunca había experimentado anteriormente. Lo que encontramos en Jesús es una autentica buena noticia. Algo nuevo y bueno. La palabra evangelio que emplea Marcos es muy frecuente entre los primeros seguidores de Jesús y expresa lo que sienten al encontrarse con él. Una sensación de liberación, alegría, seguridad y desaparición de miedos. En Jesús se encuentran con la salvación de Dios.

Cuando alguien descubre en Jesús al Dios amigo del ser humano, el Padre de todos los pueblos, el defensor de los últimos, la esperanza de los perdidos, sabe que no encontrará una noticia mejor. Cuando conoce el proyecto de Jesús de trabajar por un mundo más humano, digno y dichoso, sabe que no podrá dedicarse a nada más grande.

Esta Buena Noticia es Jesús mismo, el protagonista del relato que va a escribir Marcos. Por eso su intención primera no es ofrecernos doctrina sobre Jesús, ni aportarnos información biográfica sobre él, sino seducirnos ¡preciosa palabra! para que nos abramos a la Buena Noticia que solo podremos encontrar en él.

Marcos le atribuye a Jesús dos títulos: uno típicamente judío; el otro, más universal. Sin embargo, reserva a los lectores algunas sorpresas. Jesús es el Mesías al que los judíos esperaban como liberador de su pueblo. Pero un Mesías muy diferente del líder guerrero que muchos anhelaban para destruir a los romanos. En su relato, Jesús es descrito como enviado por Dios para humanizar la vida y encauzar la historia hacia su salvación definitiva. Es la primera sorpresa. Jesús es Hijo de Dios, pero no dotado del poder y la gloria que algunos hubieran imaginado. Un Hijo de Dios profundamente humano, tan humano que solo Dios puede ser así. Solo cuando termine su vida de servicio a todos, ejecutado en una cruz, un centurión romano confesará: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios». Es la segunda sorpresa • AE


El Mesías (G.F. Haendel)

El Mesías (en inglés, The Messiah), es un oratorio en inglés compuesto por Georg Friedrich Händel en 1741, con un texto bíblico recopilado por Charles Jennens de la Biblia del rey Jacobo. Se estrenó en Dublín en 1742 y se representó casi un año después en Londres. Después de una acogida de público inicial modesta, el oratorio ganó popularidad y finalmente se convirtió en una de las obras corales más conocidas e interpretadas con mayor frecuencia en la música occidental. Lo ponemos aquí porque el aria con la que éste oratorio empieza coincide con las preciosas palabras con las que inicia la segunda lectura.

Y por cierto: el próximo martes 12 de Diciembre, 2023, a las 10 de la mañana, en la parroquia, vamos a escuchar una estupenda grabación de esta obra musical al tiempo que iremos leyendo el texto para apreciarlo mejor, ¡estás cordialmente invitado!


Deja un comentario