Fiesta de Santiago, Apóstol (2025)

Apóstol del camino y del secreto,
portando el libro y la bordona alzada,
tu paso abrió la senda estrellada
que cruza el alma, libre y sin amuleto.

No buscas tronos: sólo el ancho reto
de andar con Cristo, luz enamorada.
Y cada piedra, lágrima tallada,
te vuelve altar, evangelio discreto.

Vieira en el pecho, polvo en la mirada,
cruzas el mundo sin pedir señales:
el Reino es de los pies que no se paran.

Tu fiesta es canto, es marcha consagrada.
Nos llamas, Santiago, desde los umbrales:
¡levántate y camina! —Dios te aguarda