Twenty-fifth Sunday in Ordinary Time (Cycle C)

F. de Ribalta, Christ Embracing Saint Bernard (1625–1627), oil on canvas, Museo Nacional del Prado (Madrid)

The parable of the dishonest steward unsettles us. How can Jesus commend someone who manipulates debts to save his own future? But the Lord is not praising dishonesty; he is pointing to the urgency, creativity, and determination with which people act when their life is at stake. And then he turns to us: “The children of this world are more prudent in dealing with their own generation than are the children of light.” Faith is not meant to be passive or timid. It calls for boldness, for a kind of holy cunning. We are asked to use our gifts, relationships, even our material goods, with foresight and courage — not to build an empire of our own, but to prepare a place in the eternal dwelling of God. Trustworthiness in small things, Jesus reminds us, is the seed of true greatness in the Kingdom. Graham Greene once wrote in The Power and the Glory: “When you visualized a man or woman carefully, you could always begin to feel pity — that was a quality God’s image carried with it.” This is the turning point: the steward, flawed as he was, looked at others and dared to risk generosity. That same gaze is asked of us — to see others deeply, and to let pity grow into mercy. A song like Nick Cave’s “Into My Arms” captures this gaze. It is not church music, but its fragile prayer, sung almost like a whispered plea, expresses what Jesus demands: a heart that chooses one master, one love, one home. In the end, only God can receive us into “eternal dwellings.” — AE


St. Joseph Catholic Church (Dilley, TX) • Weekend Schedule

Fr. Agustin E. (Parish Administrator)

Saturday, September 20, 2025.

10.00 a.m. Sacrament of Baptism

5.00 p.m. Sacramento de la Confesión

6.00 p.m. Santa Misa.

Sunday, September 21, 2025

8.00 a.m. Sacrament of Reconciliation

8.30 a.m. Holy Mass.

10.30 p.m. Sacrament of Reconciliation.

11.00 a.m. Holy Mass.


XXV Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo C)

La parábola del administrador infiel nos sorprende. No porque Jesús alabe el engaño, sino porque subraya la audacia de quien, al verse en crisis, se mueve con decisión. Y entonces nos dice que los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz. Es una llamada incómoda: ¿vivimos nuestra fe con la misma pasión, con la misma creatividad, con el mismo empeño con que otros persiguen sus propios intereses? La vida cristiana exige valentía. No se trata de acumular riquezas ni de asegurarnos un puesto, sino de aprender a usar lo que tenemos para el bien, para abrir puertas, para sembrar confianza. Ser fiel en lo pequeño es ya entrar en la lógica del Reino. Quien administra con cuidado un instante, una palabra, una amistad, administra también la eternidad. Octavio Paz decia que “Dar es desnudarse de lo propio y ser otro, ser los otros.” El administrador, aun con sus sombras, entendió que el futuro dependía de su capacidad de abrirse al otro. Nosotros estamos llamados a algo más grande: dejar que la caridad nos despoje del egoísmo para que Dios sea nuestro único dueño. Algo asi como el Spiegel im Spiegel de Arvo Pärt, esa preciosa melodia que es como un diálogo entre un piano y un violín; como si uno confiara en el otro para sostenerse mutuamente. O como los castillos de naipes, que decia mi tita Amparo. Así también el Evangelio nos invita a administrar la vida como una armonía compartida: cuando dejamos de servir al dinero y nos dejamos guiar por Dios para servir a los demás, todo suena distinto, más puro, más verdadero. — AE

Spiegel im Spiegel (1978) es una de las piezas más conocidas de Arvo Pärt, compositor estonio contemporáneo. Escrita para violín y piano, su título significa “espejo en el espejo” y alude a un reflejo infinito. La obra pertenece al estilo tintinnabuli, creado por Pärt después de un largo silencio interior y de su regreso a la fe, donde cada nota se convierte en eco de sencillez, pureza y contemplación.


¿Qué Lees estos días?